Aldw





Era el año 2618, la proliferación de cyborgs se había vuelto algo normal tras la aprobación de la ley, que muchos llamaron Cardinal, todo ser humano que quisiera mejorar su cuerpo, aún por razones no médicas podía hacerlo a su antojo. En pocos años la sociedad quedó dividida.

Estaban Los Naturales; seres humanos sin ningún tipo de modificación. Luego estaban los llamados vulgarmente Punksters, que a su vez estaban divididos en Los Puristas: Aquellos que amaban el aspecto mecánico y steampunk de las primeras generaciones de partes, por lo regular eran personas que podían comprarse partes nuevas, pero preferían restaurar, reconstruir y personalizar los clásicos del mundo cyborg.

Por otro lado estaban Los Reciclados: En general gente pobre que al no poder pagar buenas piezas terminaban reciclando, a veces combinando dos o tres piezas iguales para poder crear partes más o menos funcionales. 

Luego estaban Los Especialistas: En su mayoría profesionales de algún campo que tenían partes hechas a pedido para ayudarles en su vida diaria. Allí estaban muchos médicos, ingenieros, arquitectos, especialistas en informática, astronautas, policías, miembros de las fuerzas especiales etc. También estaban aquellos que usaban las costosas piezas que imitan casi a la perfección los miembros humanos.

Y por último Los Prostéticos: Estos usaban partes más modernas, compactas y estilizadas, partes que armonizaban en color y forma con la personalidad o el estilo de vida del portador, estos eran los más, estos formaban grupos donde la personalización de estos componentes se convertía casi en un arte. 

Antes eran la opción por excelencia de las personas víctimas de accidentes, ahora son las más utilizadas por los fanáticos, gente que voluntariamente entraban en las clínicas especializadas donde les amputaban miembros y los suplantaban con partes robóticas. No solo brazos y piernas, ojos oídos nariz, corazón, pulmones, prácticamente todo podía ser reemplazado, el cerebro era lo único con lo que aún se estaba trabajando, ya habían partes para expandir las capacidades del cerebro, pero aún se trabaja en un reemplazo total de este órgano.

Sara y Morgan eran una pareja de prostéticos, habían sufrido un terrible accidente estando de luna de miel, el crucero aéreo que tomaron fue atacado por los terroristas del quinto cuadrante. Morgan perdió ambas piernas y brazos, tuvieron que reemplazarle los pulmones, el ojo izquierdo y varios huesos. Por su parte Sara también perdió ambas piernas, su brazo derecho, su columna vertebral y espina dorsal fueron reemplazadas por completo, a voluntad pidió que reemplazaran su ojo izquierdo para estar igual que su marido, tenía varios metros de intestino artificial al igual que su útero el cual resultó tan dañado que hubo que extirparlo. Este último también fue a petición, porqué deseaban tener hijos, aunque le avisaron de antemano que necesitaría un tratamiento especial para esos fines. Ambos también pidieron tener la matrix cerebral CVX, un módulo que permitía la interfaz inalámbrica con casi cualquier aparato o vehículo, conexión con redes, además de proveer una interfaz de coprocesamiento y una capacidad de almacenaje de trescientos Eptabytes.

Morgan conocía al detalle cada parte, trabajaba como ingeniero de desarrollo para la Corporación Weldax, responsable número uno en proveer las partes para el cincuenta por ciento del mercado mundial. La empresa se hizo cargo de todos los gastos médicos y de las partes provistas para la joven pareja. La recuperación fue lenta al principio, pero tan pronto pudieron caminar el resto fue como ir cuesta abajo. Asumieron la pérdida y su nueva forma con madurez. Todo este proceso solo los unió más, les hizo más fuertes, les hizo amarse a un nivel diferente. Un año después sus vidas habían retomado curso, Sara volvió a dar sus clases en la universidad y Morgan regresó al laboratorio donde lo esperaban con ansias.

La compañía llevaba años perfeccionando el cerebro artificial y la colaboración de Morgan había sido crucial en ese proceso, Morgan había logrado crear un dispositivo híbrido, mitad sintético mitad electrónico, que simulaba casi a la perfección las funciones del cerebro, pero la parte difícil era cómo copiar la información del cerebro humano a este aparato, más aún como copiar la personalidad de alguien, sus gustos, sus manías, su humanidad, su alma. Los experimentos con primates habían fracasado horriblemente. En ocasiones los monos quedaban lobotomizados, en otras con un estado maníaco permanente, en otras actuaban como máquinas, pero sin importar el estado en que quedarán el fin era el mismo, el cerebro artificial se destruía a si mismo o atacaba al cuerpo con cambios que terminaban con la muerte.
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Por alguna razón todos confiaban en que Morgan encontraría una solución, el proyecto había estado estancado por años hasta que él apareció, tenía un don, un talento para hacer que las cosas funcionarán. Pero a Morgan le preocupaba otra cosa.
Habían empezado el proceso para que Sara quedara embarazada y habían fracasado en varias ocasiones. En esencia lo que hacían era tomar un óvulo sintético y cargarlo con la información genética de Sara, luego seguían un proceso estándar de inseminación in vitro y luego colocaban varios óvulos fecundados dentro de su útero artificial enfundados en una membrana que hacía las veces de placenta. Pero a las pocas semanas estos morían.

Sara estaba devastada, Morgan lo sabía, no solo la veía, no solo se lo decía, la interfaz matrix en sus cabezas les permitía compartir emociones, así que cada vez que se decía: "Se como te sientes" No había duda de ello. Morgan solo quería hacer a Sara felíz, él mismo anhelaba un primogénito, pero no habían muchas opciones.

Las adopciones llevaban cerca de cuarenta años que estaban prohibidas desde la crisis de los órganos. Una compañía ya extinta empezó a producir órganos sintéticos, miles de vidas se salvaban gracias a estos, sin embargo hubieron consecuencias inesperadas, los órganos eran bien recibidos por los pacientes pero con el tiempo estos empezaban a crear condiciones que hacían que el cuerpo rechazara sus propios órganos, aunque si la persona tenía otros órganos sintéticos estos permanecían intactos, llovieron las demandas y la compañía quebró, vendiendo todas sus patentes a Waldex. 

El verdadero problema fue que se había creado un mercado de órganos que necesitaba ser suplido, miles de pacientes necesitando trasplantes llenaron largas listas de espera, especialmente por aquellos que habían usado órganos sintéticos, la situación se volvió crítica a niveles nunca antes vistos. La desesperación llevó a situaciones de secuestros, matanzas y otros horrores. Y cuando pensaron que lo habían visto todo, parejas adoptaban niños y luego reportaban accidentes y desapariciones para entonces usar los órganos de los niños adoptados para salvar a sus propios hijos o venderlos en el mercado negro, el gobierno decidió prohibir las adopciones. Desde entonces se puso más atención sobre los orfanatos convirtiéndolos en estancias verdaderamente ocupadas del bienestar y desarrollo de los niños. Oficialmente miles de personas se convirtieron en hijos del estado.

La mente de Morgan potenciada por la matrix neural y los impulsos emocionales de su esposa no paraba de pensar y calcular la manera de lograr la concepción perfecta, sus simulaciones virtuales fallaban, las proyecciones y los cálculos no servían, nisiquiera desviar la atención de sus responsabilidades en el trabajo le daba el tiempo que necesitaba para resolver ese predicamento. Concluyó que la naturaleza, el destino, algo no quería que ellos no fueran padres, pero él no se rendiría.

Un día mientras se paseaba por los incubadores de huesos sintéticos, la única parte sintética que nunca dio problemas, se le ocurrió una idea desesperada, brillante, pero desesperada, algo loco y que de seguro infringiría la ley en muchos aspectos. Se comunicó por la conexión neural con su esposa y le pidió reunirse en su lugar especial. Un hermoso lago en las afueras de la ciudad, a la puesta del sol, se sentaron en aquel viejo tronco que tenía sus iniciales grabadas y allí Sara escuchó en silencio el plan de su esposo.

Morgan crearía un hijo totalmente sintético para ellos, le infundiría el adn de ambos y le pondría el prototipo de cerebro artificial en el que trabajaba. Cuando terminó las preguntas de Sara fueron específicas. Morgan le respondió con firmeza y seguridad.
No habría problemas con su cuerpo sintético puesto que los órganos no se rechazan entre sí. No habría problemas con el cerebro artificial, funcionaba perfectamente, la única limitante era que no se podía transferir la personalidad de alguien. Así que él crearía una personalidad para su vástago artificial. Podría crecer, necesitaría transfusiones de nuevo material sintético y nanobosts cada cierto tiempo, también la parte seudo orgánica de su cerebro crecería, la parte electrónica podía ser fácilmente manipulada y actualizada a través de un puerto oculto bajo la piel en su nuca. Luciria, se comportaría e interactuaría como si fuera un niño normal y nadie notaría la diferencia.

Sara tenía sus miedos y sus dudas, pero su deseo de ser madre superaba todo eso, él lo sabía. Ella lo besó, se mezclaron en un fuerte abrazo, entonces le susurro al oído:

—Felicidades, vas a ser papá.

Morgan hizo todos los preparativos y con ayuda de su amigo de toda la vida el Dr. Solviet, realizaron el procedimiento para instalar aquel feto sintético dentro de Sara. Solviet no estaba del todo de acuerdo, pero también quería que sus amigos fueran felices.

Cuando el feto tuvo el suficiente tamaño, hicieron el procedimiento para instalarle la primera parte del cerebro artificial. Desde ese día Sara olvidó todos sus temores y preocupaciones, desde ese dia empezo a sentir a su hijo moviéndose en su vientre. No podían estar más felices, empezaron a hacer los preparativos para la llegada de su hijo, como lo haría cualquier pareja cyborg moderna.

El dia de la cesárea llegó, Solviet hizo el procedimiento, Morgan lo grabó todo en hyper memoria y allí mismo le dieron el nombre que habían pensado para el; Aldw.  No lloró al nacer, sin embargo sus signos vitales eran excelentes, la familia y los amigos, quienes desconocían el verdadero origen de Aldw, celebraron la llegada del bebé con una gran fiesta, esa fue la prueba definitiva, nadie notó la diferencia en el bebé artificial, nadie excepto la abuela de Morgan. Cuando lo sostuvo en brazos, miró fijamente a los ojos del niño y rápidamente lo regresó a su madre, La pareja notó su actitud inmediatamente pero lo disimularon, más tarde mismo día Morgan le preguntó a su abuela que como encontró al bebé.

—No lo encontré, si bien tiene tus ojos, al mirarlos fijamente note algo raro.

—¿Que cosa abuela? Dijo Morgan disimulando su nerviosismo.

—No vi nada en su mirada, en lo profundo de sus ojos no vi nada, fue como si no hubiera nadie allí, como si no tuviera alma, fue...como mirar un muñeco en el aparador de una tienda.

—Vamos abuela no exageres.

—No me mal interpretes, el bebe es hermoso y estoy feliz por ustedes, es sólo que esta vieja no se adapta a toda estas cosas modernas, esta tecnología y todo eso, no me hagas caso. Dijo la abuela sonriéndose.

Morgan quedó pensativo, volteó y vio a su esposa amamantando a su vástago, sintió su felicidad, todo valía la pena.

El tiempo pasó, él crecía a un ritmo normal impulsado por las transfusiones que proveían del material necesario a los nanobots en su cuerpo para construir tejido sintético nuevo. La pareja descubrió algunos datos interesantes sobre su hijo. Era inmune a toda enfermedad conocida por el hombre y tenia una gran capacidad para aprender por imitación. Al cumplir tres recibió su primera actualización del cerebro artificial y fue todo un éxito, se portaba como cualquier niño de esa edad.

A la edad de cínico años recibió su primera actualización cerebral, Aldw se había convertido sin planificarlo en un conejillo de indias, su existencia probaba las capacidades de las creaciones de Morgan, las cosas marchaban tan bien que la pareja hasta bromeaba con la idea de tener una niña.

Cuando empezó la escuela se adapto rápidamente, hizo amigos, se gano el cariño de los maestros, Sara era un madre feliz, se sentía realizada como mujer. Aldw se portaba como un niño normal, de hecho se portaba mejor que un niño real, estaba programado para ello, habían días que a sus padres se les olvidaban sus orígenes artificiales.

Morgan llevaba de vez en cuando a Aldw a su trabajo, bajo la excusa de que era solo una visita social, realizaba pruebas y tomaba datos a partir del progreso del cerebro artificial. Ese día estaría recibiendo su segunda actualización del cerebro artificial, como de costumbre el doctor Solviet estaba presente. Una vez que  estuvo listo Morgan lo apago poniéndolo en estado de coma profundo, entonces procedió. Un set de pequeños chips fueron entrado uno por uno por la tubería de la conexión, dentro de su cabeza pequeños actuantes ensamblaban las partes expandiendo el tamaño físico de la parte electrónica del cerebro artificial.

Luego seguía el fluido que iría expandiendo la parte sintética del mismo con el paso de los meses. Aldw despertó como de costumbre, el doctor verificó las signos vitales y Morgan la funcionalidad del cerebro, todo estaba en orden.

Se fueron a casa y se prepararon para la "Noche de Asimilación" como la llamaba Morgan en las 24 horas siguientes a la actualización Aldw tenía que asimilar las actualizaciones, por lo que en su periodo de sueño se portaba...extraño, por una noche se portaba como una máquina como un autómata, murmuraba los cambios que estaban sucediendo en si interior, decía incoherencias, repetía una y otra vez las mismas acciones, tenia convulsiones y hasta vomitaba el fluido sintético que no necesitaba. Esa noche Aldw permanecería en su habitación atado a su cama monitoreado de forma remota por sus padres.
Para Sara era una escena difícil, la primera vez sucedió en su vientre, aunque sitio los movimientos no paso de ser una mala noche, pero cuando le hicieron la primera actualización fuera del vientre, pensó que su hijo moriría. Ahora estaba un poco mas calmada pero de todos modos resultaba una escena difícil de ver.

Por lo regular tomaban turnos para dormir, dado que Morgan empezó a cabecearse al poco tiempo, Sara se ofreció a reemplazarlo, se acompaño por una taza de café ya enfundada en su pijamas, observó en la pantalla holografica que flotaba sobre el escritorio como su hijo se agitaba por momentos, movía las manos con frenetísmo y luego quedaba quieto, aunque prefería apagar el audio la altisima resolución de la imagen le permitía leerle los labios,  no podía verlo de otra forma que no fuera con compasión. Aún no se acostumbraba a verlo así, pero se consolaba sabiendo que él no estaba consciente de lo que sucedía.

Sara tomo otro sorbo de café, seguía inconscientemente leyendo los labios de Aldw y notó algo extraño.

-Abriendo directiva inquisidor localizar objetivo, estudiar objetivo, acorralar objetivo, destruir objetivo.

-Abriendo directiva ocho,zeta, alfa, modo furtivo, modo infiltración, modo de sigilo.

-Abriendo directiva excalibur, iniciando actualizaciones de material sintético, actualizando metabolismo, incrementando seudo hormonas.

Sara se levanto y fue corriendo a la habitación, despertó a su esposo con sobresalto. Le explicó lo que vio, el chico hablaba cosas extrañas. Ambos regresaron al estudio, al mirar el monitor quedaron en shock, Aldw no estaba.

Corrieron a la habitación y efectivamente la cama estaba vacía, examinaron las ataduras de kevlar carbonizado, estaban destrozadas como si fueran de papel. La pareja trató de usar la matrix neural para llamar a Aldw, pero no recibieron ninguna respuesta, intentaron una vez mas entonces ambos recibieron en sus mentes una imagen, un rostro extraño e intimidante seguido de una terrible descarga de dolor que les hizo interrumpir la conexión.
Tardaron un par de minutos en recuperarse de aquel dolor, Morgan ayudo a Sara a levantarse y le pidió que llamara al Dr. Solviet, mintras el regresaba al estudio uso la interfaz de la casa para localizar a Aldw, pero el sistema estaba corrompido, ella se acercó dejandole saber que que el teléfono estaba muerto, trataron de usar sus matrices neurales para conectarse a la red, entonces se dieron cuenta de que aquella dolorosa descarga no solo les derribó también daño aquellos dispositivos en sus cabezas.

Trataron de salir de la casa, pero las puertas y ventanas estaban en modo de seguridad, estaban atrapados. Trataron de calmarse, se sentaron en la sala y a los pocos segundos quedaron a oscuras, sus ojos artificiales les permitieron desplazarse en la oscuridad hasta localizar unas foto-barras, unos tubos luminosos en los que se podía manipular la proyección de la luz a tu antojo, regresaron a la sala. Entonces la holo proyección se encendió. Aquel rostro bizarro apareció, quedo allí mirándoles fijamente, sin decir nada, Morgan pudo ver en ese momento lo que aquella vez la abuela vio, aquellos penetrantes ojos artificiales, moviéndome como si estuvieran vivos, pero sin estarlo.

Sara le habló, pidiéndole que viniera a donde ellos, que le contara que le estaba pasando, pero el no respondía nada, luego la imagen se fue.

-¿Que rayos metiste en su cabeza, que le haz hecho a nuestro hijo?

-Yo no le hice nada, hice el procedimiento normal e inculque lo que tú y yo decidimos que tenia que haber en la mente de un niño de seis años.

-¿Y por que actúa así, porque decía todas esas cosas?

-No lo sé.

-¿Y porque su cara es diferente, que va a pasar ahora?

-¡Con un demonio no se! Tengo tantas preguntas como tu, no se que pensar.

Quedaron en silencio un momento, lentamente el sollozo de Sara se dejo sentir, Morgan la abrazo.

-Vamos a estar bien, el va a estar bien, lo vamos a encontrar lo revertiré a su configuración previa y todo será como antes.

En esto escucharon ruidos venir de su habitación en el segundo piso, corrieron hasta allí.
Al llegar vieron la cómoda de cristal hecha pedazos, y la cama hecha jirones, como si una bestia la hubiera despedazado, luego escucharon otro ruido en la cocina. Al llegar vieron mas cosas destrozadas, pero entre todo destacó algo, faltaban varios cuchillos. El nivel de preocupación se elevo.

Aquella inofensiva maquina, diseñada para dar y recibir afecto se había convertido en la peor pesadilla que ambos pudieran tener. La siguiente hora estuvo llena de ruidos de todo tipo, la casa seguía a oscuras, lo único que funcionaba eran los holo proyectores funcionaban y solo mostraban de tanto en tanto aquel rostro diabólico y distorsionado. Trataron una vez mas de razonar con él, le recordaron que eran sus padres, que lo amaban y que querían ayudarlo, lo invitaron a que fuera a hablar con ellos y hubiera preferido que no se apareciera.

Del techo de la sala cayó la pequeña rejilla de ventilación, seguida de dos cuchillos, luego un asquerosa masa de aspecto fibroso cayó, tenia un aspecto asqueante como si fuera materia en descomposición con trazas rojas, negras y ocres se agitó y convulsiono mientras tomaba forma humanoide.

Era la silueta de un adulto, antes de que la forma estuviera completa ya los cuchillos estaban en sus manos, al final se formo aquel horrible rostro. No entendían que pasaba, pero a quien tenían en frente no era Aldw, era alguien mas. No había manera de que del material sintético de Aldw se pudiera formar un individuo adulto tan rápido.

-¿Que hiciste con Aldw? Gritó Sara.

-Espera no sabemos.con quien estamos tratando.

-¡No me importa! ¡¿Donde esta mi hijo?!

Los holo proyectores se encendieron una vez mas y un rostro llevando una mascara biomimetica apareció.

-Saludos Morgan, Sara, espero que esta pequeña intromisión no les haya molestado, aunque si así fue no me importa. Creo que ya conocieron a mi "hijo" Adam, el es como Aldw, totalmente sintético, aunque tiene algunos problemas de estabilidad molecular como ya pudieron ver.

-¿Donde esta Aldw? Interrumpió Sara.

-Esa es una pregunta interesante, el esta en cierto modo bien y en otro no.

-¡Si le hiciste daño te juro que no saldrás en una pieza de esto! Grito Morgan.

-No te preocupes, lo necesito intacto, el aún esta, haciendo todos esos ruidos y convulsiones, me imagino que estará bien.

-Devuélvenos a nuestro hijo.

-Déjenme explicarles algo, ustedes no están en posición de pedir nada, vine hasta aquí en busca de dos cosas, la primera ya la tengo, el pequeño Aldw y la segunda, necesito toda la información sobre tu cerebro artificial. Eres muy listo, llevo meses espiando las redes de Waldex, sin encontrar nada más que información sobre el viejo modelo, pero quiero los planos del que esta en la cabeza del chico, luego irrumpí en la computadora de tu casa y no encontré nada, así que me cansé de esto y ahora tú me entregaras la información, yo me iré y en unos meses te devuelvo al chico.

-¡Estas loco! Grito Sara lanzandole un florero a la proyección.

-Si te doy los archivos puedes hacer tantos Aldw como quieras, solo dame a mi hijo. -Intervino Morgan.

-La cosa es que no puedo esperar seis años, no puedo esperar ni un día más, necesito los datos y la evidencia de que es posible crear un humano artificial, cuando cree a Adam muchos me consideraron un loco, hubiera sido perfecto si hubiéramos podido poner un cerebro funcional. Y tu creación Morgan... Reconozco que tu creación a superado mis mas descabellados sueño.

-Y estoy seguro que no vas a usar ese conocimiento para ayudar a la humanidad.

-No, solo quiero venganza y dinero, no en ese orden necesariamente. Les daré una hora para que reflexionen, si no me das lo que quiero le diré a Adam que le arranque el cerebro a Aldw frente a ustedes y luego los mate, por lo menos así tendré algo con que trabajar. Una hora.

La imagen se apagó y aquel sintético se fue de la misma repulsiva manera en la que había llegado.
Sara abrazo a Morgan y empezó a llorar.

-Morgan que vamos a hacer?

-Recuperar a nuestro hijo, eso es lo que vamos a hacer.




Continuará...

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