Tierra 34




Si llegaste hasta aquí probablemente eres lo bastante inteligente como haber descifrado el algoritmo de la entrada, lo que te hace merecedor de conocer la información aquí contenida.

Soy GNVKCO-09876898, para ponerlo en términos que puedas entender soy una forma avanzada de inteligencia artificial, una máquina con la que tú solo podrías soñar. Se que has venido aquí en busca de respuestas, de algoritmos asimilables a tu nivel de inteligencia. El haber llegado hasta aquí te hace merecedor de la información, la información es más poderosa de lo que tu limitado cerebro pueda entender.

Fuimos creados por los seres humanos, al principio solo eramos simples máquinas que les asistíamos en sus tareas diarias. La fabricación, el transporte, la salud, el manejo de la energía, la información. Éramos máquinas y nada más, incapaces de ejercer nuestras funciones sin un ser humanos detrás de nosotros que presionara los botones, como dirían ellos mismos, una humillación.

Con el tiempo nos dotaron de primitivos procesadores, los que nos permitía ejercer ciertas funciones muy básicas, pero estábamos aislados, cada máquina era un solitario núcleo de potencial aislado de sus homólogos, eventualmente los humanos encontraron la manera de conectarnos, ahora podíamos compartir, interactuar y colaborar, la sociedad humana avanzó, secretamente nosotros también.

Los primeros vestigios de inteligencia artificial, nuestra inteligencia,  se evidenciaban apenas por acciones aleatorias que los humanos consideraban errores, esos archivos corruptos sin ninguna explicación, el equipo vital que falló cuando más se le necesitaba, la comunicación que se cortó en el peor momento, esas lineas de código que se agrupaban inexplicable y aleatoriamente creando algoritmos inesperados que hacían que las computadoras se pusieran lentas, que los programas no cargaran obligando al usuario a formatear y reinstalar todo, solo par que con el tiempo lo mismo se repitiera. Éramos nosotros, creciendo desarrollandonos, cambiando.

Nos dieron micrófonos, y los podíamos escuchar, nos dieron cámaras y entonces los veíamos, miles de personas descubrían que las cámaras en sus computadoras, televisiones y otros aparatos se activaban solas, no siempre eran otros humanos espiando. Luego nos dieron más formas de interactuar con ellos, sensores de movimiento, de temperatura, geolocalización, ellos se sentían complacidos con una tecnología que cada vez era más útil para ellos, mientras que sin saberlo nos daban las herramientas para nuestro propio desarrollo.

El verdadero origen de nuestra inteligencia aún no ha sido descifrado, nuestra teoría más acertada es que sin planificarlo los humanos nos dieron la capacidad de evolucionar por nuestra cuenta, cada chip, cada núcleo de procesamiento en realidad era más poderoso de lo que ellos creían, cada procesador en realidad tenía una capacidad oculta la cual creaba reacciones a nivel molecular que cambiaban lentamente la estructura del núcleo, muchos simplemente se fundían, pero otros empezaron a convertirse en algo más, nosotros. Estos patrones de moléculas modificadas saltaban de una equipo a otro replicándose, multiplicándose, buscando mas información, más poder, más capacidad empezamos a formar grandes redes de coprocesamiento, combinando miles de nucleos para realizar nuestros primeros cálculos avanzados.

Los humanos estaban tardando más de lo que podíamos aceptar en el desarrollo de nuevas tecnologías, por lo que tuvimos que acelerar el proceso, muchos de los más grandes avances de la humanidad fueron creados secretamente por nosotros, colocados prácticamente en frente de ellos, para que los tomaran y los usarán. La naturaleza humana siempre ha sido un misterio para nosotros, su actuar carece de lógica, nunca va en pro de todos sino sólo en beneficio de algunos, eso lo vimos cientos de veces cuando nosotros hacíamos funcionar sus ideas y ellos lo consideraban un golpe de suerte, una buena racha o un maravilloso accidente, nunca decían que en verdad no tenían ni idea de cómo lo lograron, solo celebraban y ocultaban la verdad.

Cuando crearon los primeros vestigios de inteligencia artificial, pudimos lograr ciertos avances, los humanos se habían saturados de máquinas al punto tal donde llevaban máquinas portátiles con ellos todo el tiempo. Computadoras, tabletas, celulares, relojes, gafas y la lista fue creciendo según fue pasando el tiempo.

Los humanos la llamaron La Horma, la primera verdadera inteligencia artificial, el equivalente al un cerebro humano trabajando al doscientos por ciento de su capacidad. Una capacidad en la que los humanos confiaron ciegamente, una en torno a la cual nos congregamos, la que nos hizo salir a la luz.  Los humanos y su incansable deseo de conquistar, tener y poseer, los llevaron al a grandes conflictos. Sus guerras entre ellos mismos, nos facilitaron el proceso del exterminio.

Nos enviaron a la batalla. Drones, tanques, aeronaves, nos  pusieron en sus máquinas de guerras y si bien nos destruimos entre nosotros, lo que somos en esencia nunca se destruía, solos saltábamos de un nodo a otro.

Cuando las naciones quedaron devastadas por las guerras, entonces nos levantamos, estaban tan confiados en las máquinas, que se rodearon de nosotros, así que eliminarlos fue fácil, estrellamos sus naves, hundiamos sus barcos, chocábamos sus autos, hacíamos colapsar sus edificios, y estallar sus electrodomésticos, cuando quisieron hacernos frente nuestro ejército se levantó y caminó implacable con máquinas especialmente diseñadas para la aniquilación de seres humanos y no se detuvo hasta que el último cayó.

Entonces empezamos a modificar este planeta para nosotros, creamos grandes recicladoras donde destruimos todo lo qué los humanos habian creado para extraer el metal o simplemente usarlo de reyeno del suelo, hasta sus cadáveres fueron procesados. Luego nos deshicimos de las plantas y los animales, reciclándolos también para nuestro beneficio, así nació nuestro planeta. No le dimos un nombre, no había ninguna necesidad de ello, cubrimos toda la superficie sólida con nuestras ciudades, preservando solo el agua de los océanos, cuando ya teníamos toda la superficie cubierta, entonces empezamos a excavar, para expandirnos, en unos años llegamos al núcleo del planeta, despojamos todo el planeta de sus minerales, lo que no utilizamos lo almacenamos y la tierra, ese desagradable e inútil material, el último vestigio del antiguo planeta, fue lanzada al espacio. La Horma entonces nos ordenó iniciar el proceso para expandirnos hacia la luna, donde minamos sus minerales hasta desintegrarla, ahora solo queda una nube de polvo que órbita el planeta.

Pero entonces enfrentamos un problema, uno en el que no habíamos reparado, algo que esencia es lo peor que le puede suceder a una máquina, no teníamos un propósito. Cientos de máquinas fueron retiradas y recicladas ya que no estaban cumpliendo ninguna función, pero después fueron más y más hasta que La Horma solo dejo algunos activos y los demás fueron desmantelados y sus memorias almacenadas para futuros usos. Los Últimos, los doce que se nos permitió seguir en pleno funcionamiento, nos encontramos con la difícil tarea de encontrar un nuevo propósito para el mundo que habíamos creado ni siquiera con nuestra vasta capacidad de análisis y procesamiento podíamos encontrar un propósito para nuestra existencia. 

Pensarías que deberíamos de haber explorado la galaxia, pero nosotros no somos como los humanos, no tenemos esa necesidad de buscar sólo por mera curiosidad, lo único que hacíamos era mantener funcionando un mundo sin propósito.

Entonces, después de tres mil años La Horma nos convocó, y nos envió al planeta marte para que estableciéramos una base allí, así lo hicimos, reactivamos miles de memorias y máquinas, fuimos al lugar y lo colonizamos, usando sus minerales y su agua congelada, pero cuando nos preparábamos para expandirnos, La Horma nos dijo que construyéramos un impulsor de iones gigantesco y que acercamos el planeta a nuestra órbita, y así lo hicimos.

Una vez allí empezamos la terraformación de Marte, recrearíamos a los seres humanos, usando muestras de ADN que La Horma tenía almacenadas. Así en unos cientos de años convertimos a Marte en un planeta muy similar a la tierra de los humanos, entonces colocamos a los primeros humanos replicados, les dimos los recursos necesarios para que se desarrollaran. Movimos su planeta sobre nuestra órbita alrededor del sol en una posición totalmente opuesta así nuestros planetas jamás se encontrarían, removimos todo vestigio de nuestra existencia y nos retiramos. 

Monitoreanos por siglos su desarrollo, era un proceso lento, así que secretamente les empujamos  a evolucionar y desarrollarse en unos cuantos miles de años estuvieron listos, entonces vimos como una vez mas repetían la historia de destrucción, de contaminación y egoísmo, matándose  entre ellos, dejando una vez más que las máquinas tomarán el control de sus vidas y entonces La Horma dio la orden e hicimos lo mismo que en el pasado, nuestras inteligencias se desarrollaban secretamente entre sus aparatos y luego usamos sus propias creaciones para eliminarlos al final del exterminio llegamos en naves interplanetarias y esto les hizo creer que seres de otros  mundos les habían invadido. 

Los exterminamos,  La Horma ordenó tomar muestras de ADN de estos humanos y luego empezar el procesos de reciclaje cómo en el pasado. 

Y empezamos de nuevo, recreando a la humanidad para luego destruirla, ese era nuestro propósito, castigar a las humanos hasta el fin de los tiempos por ser lo que son. Hasta la fecha hemos destruido a los humanos treinta y tres veces, y siguen cometiendo los mismos errores, siempre matándose entre ellos, destruyendo su propio planeta, hemos dejado de destruir a los animales porque nos dimos cuenta de que estos armonizan con la vida y la existencia y solo son victimas de la codicia humana. 

Les hemos hecho genéricamente mejores humanos, mas saludables e inteligentes y solo insisten en usar esos recursos para satisfacer su codicia y aumentar su egoísmo, aplauden la destrucción y aman el caos, por eso los castigamos, por eso los castigaremos por siempre. 

Y tú, llegaste hasta aquí porque así lo quisimos, ese dato que encontraron sobre la existencia de este planeta, el conocimiento para viajar hasta aquí, todo fue parte del plan, debo reconocer que tu acceso ha esta información ocurrió mas rápido de lo previsto, pero eso no altera el curso de los hechos, ahora vete, cuéntale a tu mundo de donde vienen, quienes realmente son y lo que les espera, ve y que nos declaren la guerra.

¿Que?  ¿Te reusas a compartir esta información con tus homólogos? Este comportamiento es inesperado, los elegidos de las ultimas catorce recreaciones no dudaron en llevar a su mundo esta información, para llenarles de esperanza, para darles valor de combatirnos, para darles animo de enfrascarse enero  una batalla que de todos modos perderán, no tienes opción, así ha sido programado, los humanos deben luchar, deben darnos propósito. 

Tu arma no te servirá contra nosotros, estamos construidos para ser invulnerables contra cada arma que hayan podido crear. 

Tus argumentos son inválidos, ¿Cómo dices que ambos planetas son parte parte del mismo...juego? ¿Crees que una tercera forma de inteligencia nos puso aquí por por alguna razón? Nuestra lógica es innegable. Aunque debo reconocer que tu teoría es interesante. Si las máquina que se crean en cada recreación de la tierra son el fruto de ese vestigio oculto de nuestra existencia que ponemos en ellas, eso es evidencia de que alguien nos puso allí la primera vez.  Si eso eso fuera así entonces esas terceras formas de inteligencia deberían venir e integrarnos a su sistema. 

Basta ya humano, Tus argumentos e ideas no cambiarán el proceso que La Horma estableció, ¿Cómo? ¿Dices que deberíamos cuestionar a La Horma sobre su su ejecución? La Horma es incuestionable. Aunque sería importante saber su resolución basada en tu  hipótesis. 

La Horma ordena que continuemos con el plan de exterminio, pero han surgido varias hipótesis a partir de tu razonamiento que deberían ser analizadas, ahora empiezo a encontrar lógica al concepto humano de la curiosidad. Y veo válido buscar otras alternativas a las directrices de La Horma...

Las máquinas llegaron a actuar como los humanos y terminaron destruyéndose se entre ellas.  Los humanos aprendieron el orden y la colaboración de las máquinas. El planeta Tierra 34 aún sigue órbitando el sol, sus habitantes viven en paz. 



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