Alienígenas

La Sexta guerra mundial, fue más que todo, un guerra química. La lucha era por todo, tierras, agua, lo poco de petróleo que quedaba. Cuando vinimos a darnos cuenta habíamos enrarecido tanto la atmósfera que acabamos con toda la vida vegetal.

Donde solían haber espesos bosques y selvas habían grandes planicies llenas de procesadores de CO2, unas torres llenas de recolectores con forma de raquetas cuadradas que atrapaban el dióxido para convertirlo en oxígeno.

Con la falta de vida vegetal la mayoría de las especies animales murieron, las pocas que sobreviven están en reservas tecnológicas y no son mas que versiones clonadas de los originales adaptadas a las adversas condiciones del planeta. Los animales de granja no solo están modificados genéticamente, sino que además son alimentados, a falta de pasto y granos, con alimentos sintéticos. Las vacas ya no se ven como las vacas de antes, su carne y leche ni se ve ni sabe igual. Solo era cuestión de tiempo para que el consumo de estos productos "Cárnicos" y de las frutas y vegetales artificiales empezara a afectar a los humanos.

Nuestro metabolismo cambió y eventualmente tuvimos que modificar nuestro ADN para resistir las enfermedades que aparecieron después gracias a nuestra dieta. La tecnología avanzó grandemente, no así la calidad de vida de los habitantes, las guerras y las diferencias quedaron en el pasado y ahora todos éramos colaboradores de un fin común, la supervivencia.

Nos llenamos de esperanza con el descubrimiento de un distante planeta con condiciones iguales a las que una vez tuvo la tierra, se enviaron varias misiones a explorarlo, con la actual tecnología un viaje de miles de años luz podía hacerse en semanas.

La exploración de la nueva tierra solo nos sirvió para encarar una triste realidad que no habíamos notado, habíamos cambiado tanto a través de las generaciones que ya no podíamos respirar oxígeno puro, nuestros cuerpos no podía asimilar las frutas y vegetales naturales, ni consumir la carne de los animales, ni siquiera podíamos entrar en contacto con el agua del los océanos sin que provocará terribles alergias.

Lo peor fue cuando descubrimos que también habían humanos en aquel planeta, al verlos entendimos que habíamos cambiado tanto que ya no podíamos considerarnos a nosotros mismos seres humanos.

Nuestra piel se volvió gris, nuestros ojos grandes, oscuros y ovalados, nuestras cabezas abultadas...